Descripción: La Gran Madre, también Gran Diosa, o Diosa Madre, es una divinidad femenina primordial, que se encuentra en formas muy diversas en una amplia gama de culturas, civilizaciones y poblaciones de varias áreas del mundo desde la prehistoria, tanto en el Paleolítico como en el neolítico.
Su figura, que hace referencia al simbolismo materno de la creatividad, el nacimiento, la fertilidad, la sexualidad, la alimentación y el crecimiento, siguió siendo conocida por ejemplo por los fenicios como Ashtoreth, en Mesopotamia como Ishtar, por los semitas como, en Arabia como Atar, de los egipcios como Hathor, de los griegos y romanos como Cibeles, y más.
Vinculado al culto a la Madre Tierra, expresaba el ciclo interminable de nacimiento-desarrollo-madurez-decadencia-muerte-regeneración que caracterizaba tanto la vida humana como los ciclos naturales y cósmicos.
El culto a la Gran Madre se remonta al Neolítico - STEATOPYGIA (por esteatopigia entendemos el carácter de marcada lordosis lumbar de algunas constituciones físicas y la tendencia a acumular grasa en glúteos y muslos)
El entrelazamiento de mitología y cosmología que caracteriza a esta figura se refiere a un período muy extenso que, al menos en Europa, va desde el 35.000 a. C. al 3.000 a. C. aproximadamente, permaneciendo en algunas zonas del Mediterráneo como Creta hasta el II milenio antes de Cristo. C. reenviado. Dado que se trata de un principio de valor universal, no hay civilización en la historia humana que no haya atribuido una cualidad divina a la maternidad.